En lo que se refiere a la felicidad profesional, todos quisiéramos estar tumbados en la playa bebiendo un cóctel en lugar de tener que levantarnos temprano y enfrentar los desafíos cotidianos que trae la vida laboral. Pero existe un compendio de aspectos relevantes para obtener la felicidad por completo que incluye el fuerte trabajo que debemos realizar a lo largo de nuestra edad productiva, en conjunto con el entusiasmo que tengamos al trabajar. Cuando disfrutamos el trabajo que hacemos, no existen sacrificios.
Pero, en verdad, la respuesta real a la cuestión de nuestra felicidad es mucho más compleja y puede llevarte directamente a la pregunta aún mayor; ‘¿Necesito un nuevo trabajo, o es el momento de comenzar una etapa completamente nueva?’.
¿Tu trabajo actual te desafía?
Hay dos categorías probables en las que la mayoría de nosotros podemos presentar nuestros trabajos, es decir, que nuestro trabajo es demasiado desafiante, y el segundo, que nuestro trabajo carece de cualquier tipo de desafío. Para el primero, muchos de ustedes probablemente puedan imaginarlo, las hojas de cálculo interminables, la presentación constante y tener que someterse a las mismas tareas repetitivas día tras día.
Todos tenemos un deseo natural de avanzar y querer ser desafiados, pero a veces simplemente no podemos lograr sentir esto en nuestra vida laboral. Todos tenemos la necesidad de trabajar para algo, un objetivo de algún tipo; algo para ayudarnos a superar los límites de lo que podemos lograr. Debido a esto, podemos llegar a despreciar fácilmente la repetición de un trabajo que no tiene espacio para mudarse.
Para algunos de esos afortunados, esto puede no ser un problema, pero en su mayor parte, los trabajos generalmente carecen de algo por lo que luchar. Esto puede conducir a una seria disminución en los niveles de interés y fácilmente puede llevar a las personas a odiar sus trabajos.
Por otro lado, algunos pueden encontrarse en trabajos que son demasiado desafiantes. En términos generales, los humanos no deberían estar expuestos a períodos prolongados de estrés; y plazos imposibles, clientes difíciles y largas horas llenas de estrés en la oficina pueden conducir fácilmente a eso.
Ser demasiado exigente en el trabajo puede ser la causa de una gestión deficiente, un entorno de trabajo malo o simplemente porque el trabajo en sí es demasiado difícil. En estos casos, lo más probable es que sea un problema en el trabajo mismo; entonces, si has descubierto que ya has tenido suficiente, es probable que sea tiempo de empezar a buscar en otro lado.
En cinco años, ¿dónde te ves?
Todos tenemos aspiraciones para nuestra trayectoria profesional, y a menudo esta se establece desde una edad muy temprana. Si no terminaste en el trabajo de tus sueños, entonces está bien. Si todos obtuviéramos nuestros primeros trabajos de ensueño, entonces el mundo sería invadido por astronautas, estrellas de rock y bailarinas. El hecho de la vida es que, si bien no siempre llegamos a ser lo que originalmente queríamos, eso no significa que debamos rendirnos por completo.
Todos tenemos algún tipo de plan. Ya sea que te asciendan a gerente después de unos pocos años, o que cuando te gradúes encuentres un trabajo de inmediato, son estas esperanzas las que nos mantienen motivados. Desafortunadamente, a veces la vida simplemente se interpone en el camino. Las industrias en declive, las pobres perspectivas de empleo y los bajos salarios son factores comunes de por qué nos conformamos con empleos que no son los que originalmente esperábamos.
Imagina por un momento y trata de ver dónde estarás dentro de cinco años. Si tu primera respuesta fue poner los ojos en blanco y pensar: “en cualquier lugar menos en este trabajo”, entonces es probable que sea hora de empezar a buscar en otra parte. ¿Te viste en la misma posición, realizando las mismas tareas de rutina? Entonces lo más probable es que estés “atrapado en tu carrera”.
Esto no es bueno si tú eres del tipo de persona que desea esforzarse por obtener más y desea progresar en la carrera profesional. Si ese es el caso, tal vez es hora de comenzar a considerar un cambio de trabajo. Después de todo, solo porque no entramos en nuestro campo elegido de inmediato, no significa que no podamos en el futuro.
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